Ingredientes para 12-14 piezas:
Para la pasta:
200 g (aprox. 10 cucharadas) de harina (mejor si la mitad es harina para hojaldre), 2 huevos, 300 ml de leche, 150 ml de agua de soda o agua mineral (puede ser también agua corriente), una pizca de sal, 3 cucharadas de aceite
Para freír:
4 cucharadas de aceite aprox.
Cernimos la harina, incorporamos los huevos, luego batimos con la leche formando una mezcla homogénea (los sensibles a la leche pueden utilizar agua de soda). Solo después rebajamos con el agua de soda, pues de lo contrario tendrá grumos. Si no obstante nos quedara así pasamos por cernidor. Luego ponemos sal, le agregamos el aceite, dejamos reposar 15 minutos. Del aceite para freír echamos una cucharada en una sartén para hacer crepes (mejor si es de teflón) y calentamos bien. Luego devolvemos el exceso al resto y echamos en la sartén caliente un cucharoncito de la mezcla, enseguida moveremos la vajilla a uno y otro lado haciendo que la masa se distribuya bien en el fondo. Ponemos nuevamente en el fuego y con fuego poco más que mediano freímos el lado de abajo de la crepe. Esto no pasará de 1 minuto. Podemos comprobar la fritura levantando un lado de la crepe con una paleta de madera, o sacudiendo la sartén: si la crepe resbala libre, estonces ya está a punto. Deslizamos la paleta bajo la crepe y la volteamos. Los más osados le dan vuelta deslizando un poco la crepe hacia adelante y con un movimiento repentino la voltean en el aire dejándola caer en la sartén del lado por freír. Pero esta operación precisa de cierta práctica. El otro lado de la crepe se fríe más rápido, medio minuto. Las crepes listas –que habrán de salir tan gruesas como el papel- las colocamos en un plato. Seguimos friendo de la misma manera, o sea, calentamos aceite en la sartén, le sacamos el exceso (podemos valernos también de una pluma para embadurnar), echamos la mezcla. La crepe lista la ponemos sobre la otra, y así sucesivamente. Para servir untamos con un relleno y envolvemos enrollando, en triángulo o como un pañuelo.
Rellenos
– Podemos rellenar con cualquier mermelada; ponemos sobre la masa 1 cucharada y extendemos. Si la mermelada es muy espesa podemos adelgazarla con un poco de agua o con ron.
– Deshacemos 250 g de requesón de vaca, mezclamos con 2 cucharadas de nata ácida y 2 de azúcar, y podemos incorporar también 2-3 cucharadas de pasas y la cáscara rallada de un limón. Untamos la crepe con esta masa, enrollamos. Otra manera es mezclar con el relleno 1 yema de huevo, que luego aflojaremos con la clara batida en punto de nieve. Así untamos las crepes, que colocaremos en una bandeja refractaria pintada con aceite, la
regamos con un poco de nata ácida y metemos en el horno caliente 10-15 minutos. Al servir le espolvoreamos encima azúcar en polvo.
– Con crema dulce de cacahuete, vertemos una cucharada en la crepe y enrollamos. Puede variarse también: las crepes listas las colocamos en una bandeja refractaria pintada con aceite,
regamos con un poco de nata líquida
y dejamos hornear ligeramente.
– Para las crepes con requesón de oveja y eneldo deshacemos 250 g de este requesón, aflojamos con 2-3 cucharadas de nata ácida y condimentamos con 1/2 atado de eneldo picado. Enrollamos, colocamos en bandeja embadurnada con aceite y calentamos en el horno.
– Hay muchas clases de polvos de pudding. Los preparamos como corres-ponde y untamos la crepe poniéndole una cucharada, luego enrollamos.
– Para la crepe con cacao o con canela mezclamos estas especias con azúcar granulado, y espolvoreamos una cucharada en la crepe, luego enrollamos.
Tiempo de elaboración: aprox. 40 minutos
Una porción: 485 kJ/116 kcal